Archivo mensual: octubre 2015

El proceso de la escritura

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Cuando se ha adquirido el hábito de la lectura se tiene un gran trecho recorrido para lograr una buena escritura. Son dos actos que se complementan. La redacción es una de las herramientas más poderosas con que cuentas para expresarte, es decir, para crear documentos. Ahora bien, el proceso de la escritura requiere aguzar todos los sentidos: prestar atención para identificar con exactitud qué se quiere decir en el texto.

¿Qué haces antes de redactar un texto?

Planeación

Planear en redacción tiene la misma importancia que en el mundo de la construcción lo tiene el acto de trazar o formar el plan de una obra, y en tal encomienda primero debes dar respuesta a preguntas clave como: ¿Qué pretendo comunicar?, ¿Cuál es la intención?, y ¿Cómo puedo expresarlo?; siempre pensando en que debes producir textos propios, sin importar que sean párrafos cortos. Más vale un escrito breve pero propio que llenar cuartillas copiadas tal cual de otro autor o bajadas de internet.

Redacción del texto

Cuando te sientas a escribir debes mentalizarte para vivir esta experiencia constructiva, aleccionadora. El primer párrafo es la introducción, la carta de presentación, la oportunidad de “atrapar” al lector para que continúe y se interese por el tema.

Como parte de la virtud y de la sencillez que tiene la escritura, armar un párrafo es una encomienda fácil si se está dispuesto a lograrlo. Se trata de unir enunciado más enunciado. Un enunciado es la construcción de la frase respetando el orden lógico gramatical: primero colocas un sujeto, luego el verbo, el predicado y los complementos necesarios. En el párrafo las oraciones se relacionan e integran para darle unidad; en su construcción se pone en juego la capacidad de quien escribe, coopera con su pensamiento y sentimiento para crear las ideas.

Revisión

Revisar un borrador permite:

  • Releer las ideas y reflexionar si están bien planteadas.
  • Examinar qué tan largas o cortas son las frases y si armonizan en conjunto.
  • Corregir faltas ortográficas.
  • Cuidar que los párrafos conserven la misma extensión.
  • Identificar las partes confusas.
  • Usar sinónimos donde hay repeticiones.

Reescritura y estilo

Después de revisar el texto e identificar los fallos, el paso subsecuente es corregir, eliminar o agregar donde sea necesario. Y algo esencial: hay que reescribir las partes confusas o poco claras. Si fuera el caso: tendría que reescribirse el texto completo.

Reescribir ayuda a pulir el texto, hacerlo liviano, ligero, comprensible. Es cuando descubres que muchas de las partes que originalmente escribiste no corresponden con el desarrollo del tema; están fuera de lugar. Las eliminas. A la vez que reescribes ensayas tu manera personal de escribir, con tu léxico, tus pausas. En suma, ensayas el estilo, el cual denota la cultura de cada quien y refleja la riqueza verbal que poseemos.

Estilo Características
Sencillo Es descriptivo pero sin mucha verborrea. Aunque le falta cierta fuerza expresiva, es fácil de entender.
Ampuloso Cuando se expresan las ideas con mucha palabrería y confusión; a este estilo se dan diversos nombres: oscuro, retorcido, complicado, redundante.
Telegráfico Puede ser sin mucho brillo en la expresión, pero breve. Se usan frases cortas y directas.
Florido Emplea el lenguaje de manera adornada y ocurrente, sin desentonar con la escena que describe; utiliza tropos y figuras literarias.

Vicios del lenguaje

Vicio Se comete cuando Ejemplos
Barbarismo Se escribe o pronuncia incorrectamente una palabra.

Se usa una palabra con significado erróneo.

Se emplea un vocablo de otro idioma.

-¿A qué hora llegastes anoche?

-Esta cinta es una copia bizarra de la película de Almodóvar.

-Sí, te puedes parkear atrás de esa camioneta.

Cacofonía Se produce un sonido desagradable por repetir letras, sílabas y palabras. -Si se lo propone, para perder peso debe beber dos dosis diarias.
Anfibología Falta de claridad en una expresión que relaciona varios elementos. -Voy al súper y a la farmacia. Por favor me alcanzas allá.
Pleonasmo Se usan palabras innecesarias para dar más fuerza a la expresión. -Interpretó la partitura musical.

Prosigue adelante con tus planes.

Monotonía o pobreza del lenguaje. Se comete por la repetición frecuente de las mismas palabras. -Traes d’este para la d’esta que se descompuso con la fregadera que tiene atorada.
Queísmo Hay repetición excesiva de la conjunción que para unir o relacionar oraciones y palabras. -El que tenga que salir para que le den sus documentos tiene que solicitarlo antes de que pasen dos días.
Cosismo Se utiliza la palabra cosa en lugar de nombrar el sustantivo. -Te llevas mis cosas a la terminal, todavía me falta arreglar otras cosas.

-¡Caray, siempre con tus cosas!

Solecismo Se usa indebidamente uno de los elementos de la oración. En base al presupuesto aprobado no será posible hacer el viaje.